Actualmente, por todos los rumbos de nuestra ciudad, podemos ver una gran cantidad de modernos establecimientos, cuya función principal es dar alojamiento a los viajeros. Son los Hoteles, herederos de los antiguos Mesones, aquellas amplias estancias, en las que los viajeros y los arrieros, podían encontrar techo, cama y comida, con sus carretas y sus recuas, que utilizaban para el transporte de sus cargas. Durante la segunda mitad del siglo XIX y los primeros años del XX, proliferaron una gran cantidad de estos establecimientos por diferentes rumbos de la ciudad, con sus nombres de lo más variado. La distribución en todos era muy similar, dos o tres amplios patios, con cuartos en sus costados para alojamiento de los viajeros, y en la parte posterior, su corral para los animales, carretas y carruajes Los clientes habituales eran empleados, comerciantes, barilleros, obreros del ferrocarril y arrieros, con sus recuas de animales cargados de algún producto de su región, que podía ser loza, aguardiente o carbón, los mismos que regresaban con sus cargas de telas, licores o algún otro artículo de fabricación local. Por todos los rumbos de la ciudad se podían encontrar los Mesones, principalmente por los puntos de mayor afluencia de viajeros Por el norte, viniendo de parte del estado de Zacatecas, se ubicaban este tipo de alojamientos por la calle de Tacuba, la actual del Cinco de Mayo, por ahí se encontraban el “Mesón de la Asunción”, el “Mesón del Buen Viaje”, en este lugar instalo posteriormente el Cine Rex el Señor Miguel Juri, el “Mesón de San Antonio”, este Mesón función hasta hace pocos años como centro comercial de frutas y verduras, viene siendo el antecedente del Centro Agropecuario. Por el sur, viniendo del estado de Jalisco y de México, en la calle del Obrador, hoy de José María Chávez, se encontraban, el “Mesón del Refugio”, El “Mesón del Diezmo”, de San Rafael”, “San José”, “Mesón de Anguiano”, “De Cornejo”, “Mesón Central”. Por el poniente, los viajeros que venían de parte de Jalisco y Zacatecas, en la calle de Guadalupe, el “Mesón de la Mulita”, “de la Trinidad”, “de la Providencia”, “Mesón El Nuevo Mundo”. Los Mesones cumplieron una función muy importante en nuestra ciudad, como sitio de alojamiento de los viajeros y comerciantes llamados arrieros, que con su llegada, sobre todo los fines de semana, incrementaban el comercio, además provocaban una verdadera fiesta entre música y vino. Con el tiempo la población aumento, se empezaron a edificar nuevas casas, a construir templos, el comercio creció considerablemente y se incremento la inmigración. Debido a lo anterior, surgieron nuevas necesidades en cuanto alojamiento, y fue como aparecieron las Casas de Huéspedes, las Posadas y los Hoteles. Los Hoteles se convirtieron en los preferidos de los viajeros, desplazando a los viejos Mesones; además, con el surgimiento del ferrocarril y los vehículos de motor como medio de transporte, ya no eran necesarios los carruajes, los carretones, los caballos y los burros, ni aquellas amplias estancias, con sus múltiples cuartos y corrales para su alojamiento. Del tiempo de aquellos Mesones han pasado muchos años, tantos que ya poco se les recuerda, con sus viajeros cansados y cubiertos con el polvo de un largo camino, recorrido a pie, a caballo o en carreta, siendo substituidos por los actuales Hoteles, que ya no recuerdan en nada a los antiguos Mesones, que terminaron sus días convertidos en talleres, fábricas o vecindades.
